El mundo digital avanza a gran velocidad, y el desarrollo de aplicaciones no se queda atrás. Para comprender mejor las tendencias que marcarán el futuro, hemos recogido la visión de expertos en diversas áreas. Desde la personalización impulsada por la inteligencia artificial hasta el impacto de la sostenibilidad en el desarrollo web, estas perspectivas ofrecen una mirada integral sobre los desafíos y oportunidades que veremos durante este año.

Las tendencias más relevantes por especialidad

Inteligencia Artificial (IA): automatización, personalización y modelos generativos

El auge de la IA está redefiniendo el desarrollo de aplicaciones, haciendo posible una personalización sin precedentes y una automatización más eficiente. Teniendo en cuenta este cambio en la manera de interactuar entre usuario y máquina, Nieves Ábalos, cofundadora de Monoceros Labs y Fonos, prevé que los modelos de lenguaje (LLMs) evolucionen hacia sistemas más autónomos, capaces de razonar con mayor profundidad gracias a enfoques como Chain of Thought (CoT) y el uso de agentes inteligentes. "Estos modelos, integrados en herramientas emergentes, mejorarán la generación de código al comprender mejor el contexto y la intención del desarrollador", explica.

Este avance permitirá un desarrollo más ágil y alineado con la demanda de reducir tiempos de producción sin perder calidad. En la misma línea, Henar Vega, diseñadora estratégica, docente y escritora, opina que, gracias a la generalización de los modelos de lenguaje y la naturalidad con la que hoy interactuamos con ellos, los usuarios se volverán aún más exigentes, esperando interfaces cada vez más intuitivas.

La IA también cambiará por completo la experiencia de usuario, permitiendo una hiperpersonalización de contenidos, diseños y funcionalidades que se adapten dinámicamente al comportamiento y al contexto de cada persona. Vega destaca que, gracias a las capacidades predictivas de la IA, podremos crear diseños líquidos que vayan más allá de la simple adaptación al dispositivo, contemplando diferentes situaciones y necesidades. Asimismo, se tenderá a la multimodalidad, abarcando canales conversacionales y táctiles.

Por su parte, Marta Torre, desarrolladora Fullstack Freelance, añade que la IA tendrá un papel fundamental en la generación de código, la optimización de contenido y la mejora continua de la experiencia de usuario en tiempo real.

Big Data, tiempo real y optimización en el uso de datos

Los datos son la piedra angular del desarrollo de aplicaciones modernas, permitiendo la personalización y optimización de la experiencia del usuario. Laura Lacarra, Senior Technology Evangelist en Telefónica / Data Engineer, recalca que "los datos son esenciales para la creación de aplicaciones, ya que la información recopilada nos ayuda a tomar mejores decisiones, optimizar costes y fidelizar a los usuarios".

El ejemplo más común de personalización basada en datos es la publicidad dirigida, como la que vemos en Instagram. Sin embargo, Lacarra destaca que el potencial de los datos va mucho más allá: "También desempeñan un papel clave en la seguridad. Utilizando datos de terceros, como los proporcionados por las operadoras de telecomunicaciones, podemos verificar si un usuario que inicia sesión en una aplicación o realiza una transferencia bancaria es legítimo o si se trata de un intento de fraude". Este enfoque no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también reduce costes relacionados con la prevención de fraudes.

Por su parte, para manejar el creciente volumen de información, el cloud computing se ha vuelto fundamental. Lacarra insiste en diseñar bases de datos adaptadas a los tipos de análisis que se deseen realizar y menciona herramientas como MLflow (open source) y Databricks, que integran todo el ciclo de vida del machine learning con plataformas como GitHub, agilizando tanto la experimentación como la puesta en producción de modelos predictivos.

Avances en frameworks, integración con APIs y la era del low-code/no-code

En el ámbito web, la búsqueda de arquitecturas más eficientes y modulares sigue marcando tendencia. Marta Torre menciona que frameworks como Next.js, Astro o Qwik destacan por su capacidad para optimizar el rendimiento y agilizar la carga de contenido. Además, el modelo JAMstack —que desacopla frontend y backend— y la adopción de Edge Computing reducen la latencia al acercar el procesamiento de datos a los usuarios.

Respecto al auge del low-code/no-code, Torre defiende que no es una amenaza, sino una evolución: “estas herramientas democratizan el acceso al desarrollo, pero esto no elimina la necesidad de desarrolladores, sino que redefine su rol. En lugar de centrarse en tareas repetitivas, los desarrolladores se enfocarán en personalización, integración de sistemas, seguridad y optimización del rendimiento”. De hecho, advierte que muchas plataformas generan código poco eficiente, por lo que el trabajo de optimización seguirá siendo clave.

Por último, destaca otras tecnologías emergentes que también ganarán terreno, como las interfaces conversacionales avanzadas, la ejecución de aplicaciones complejas en el navegador con WebAssembly y las Progressive Web Apps (PWAs) de nueva generación, capaces de sustituir o complementar en gran medida a las aplicaciones nativas.

UX/UI: diseño centrado en accesibilidad, las novedades que trae la IA y nuevas interfaces

La experiencia de usuario seguirá evolucionando gracias a la IA y a la creciente demanda de accesibilidad. Para Henar Vega, en 2025 los usuarios serán más exigentes e impacientes, esperando interfaces intuitivas, accesibles y altamente personalizadas, "con la generalización de los modelos de lenguaje, hemos elevado nuestros estándares y exigimos diseños más eficientes y adaptados a nuestras necesidades", apunta Vega.

El diseño accesible también será un requisito indispensable. Las interfaces adaptativas, impulsadas por inteligencia artificial, optimizarán la interacción en función de las preferencias del usuario, facilitando experiencias más inclusivas. Vega subraya la importancia de considerar pruebas con perfiles diversos y la implementación de herramientas de apoyo en el diseño de aplicaciones.

Ética y privacidad en el desarrollo de aplicaciones

La rápida evolución de la tecnología también plantea nuevos retos en cuanto a privacidad, transparencia y equidad. El uso masivo de datos y de IA exige una regulación adecuada y la construcción de confianza con el usuario. Laura Lacarra, incide en la importancia de cumplir la normativa GDPR y ser claros con los términos y condiciones de uso de datos, "la transparencia es clave para generar confianza: debemos explicar de forma sencilla qué datos se comparten y qué beneficio obtiene el usuario”, sostiene.

Por su parte, Nieves Ábalos, señala la necesidad de un enfoque ético sólido en todo lo relacionado con la IA, "el reto es garantizar que la IA utilizada en el desarrollo no solo sea eficiente, sino también transparente y justa. La gestión de sesgos, la explicabilidad de los modelos y la protección de la propiedad intelectual del código generado serán temas fundamentales".

Pero, la ética no solo se limita a la IA o los datos, sino también a la experiencia del usuario. Henar Vega, subraya que "la accesibilidad y la inclusión son también cuestiones éticas. En 2025, los usuarios exigirán interfaces cada vez más intuitivas y adaptadas a sus necesidades y la transparencia en la interacción y la facilidad de uso deben ser prioritarias en el diseño de cualquier aplicación".

Un desarrollo más sostenible

A medida que el sector evoluciona, la preocupación por su impacto en el medioambiente gana relevancia. Nieves Ábalos advierte sobre el consumo energético de la IA, especialmente en los grandes modelos de lenguaje, y apunta a los Small LLMs como alternativa para reducir la huella de carbono sin renunciar a la eficiencia. Por su parte, Marta Torre destaca la importancia de optimizar el rendimiento web: "reducir el uso de JavaScript pesado, minimizar peticiones al servidor y evitar frameworks innecesarios hará que las aplicaciones sean más ligeras y menos demandantes en términos de energía". Además, propone recurrir a un hosting sostenible y a un diseño minimalista para limitar el consumo de recursos.

En el apartado de datos, Laura Lacarra señala la necesidad de un uso ético y responsable, poniendo el foco en la privacidad y la autonomía del usuario. Asimismo, Henar Vega hace hincapié en la eficiencia energética como un criterio a considerar desde las primeras fases de cualquier proyecto digital. "Pensamos en el rendimiento como una métrica operativa, pero aún no hemos desarrollado suficiente conciencia en torno a la eficiencia energética y la sostenibilidad. Debemos empezar a optimizar el consumo de datos, almacenamiento y minimizar procesos innecesarios", señala Vega.

La tecnología al servicio del futuro

Como hemos podido ver, el desarrollo de aplicaciones en 2025 estará marcado por la inteligencia artificial, el aprovechamiento de los datos, las nuevas arquitecturas web y un compromiso creciente con la sostenibilidad. La evolución de la IA y del big data brindará oportunidades para optimizar la seguridad, la personalización y la experiencia de usuario, mientras que los avances en frameworks y metodologías web seguirán mejorando la eficiencia y la accesibilidad.

Sin embargo, también surgen retos relacionados con la ética, la privacidad y el impacto ambiental de estas tecnologías. En este escenario, encontrar el equilibrio entre innovación, eficiencia y responsabilidad será la piedra angular de los proyectos que triunfen en los próximos años. Con este enfoque, el desarrollo de apps se encamina hacia un futuro prometedor, en el que la tecnología está al servicio de las personas y del planeta.

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